La verdadera naturaleza afectiva de los humalos no es el amor sino el odio. El amor es un asunto circunstancial de algunas parejas, y de grupos pequeños, aunque no de todas las familias y menos aún de todas las sociedades. En cambio al odio es un asunto general y de masas, de multitudes ligadas por una misma enfermedad y un mismo delirio.
El amor es un fluido que demanda atenciones, presencia, abnegación y precisa cuidados para vivir, en cambio el odio es un fuego que solo requiere rencor para no morir.
El odio parece divisor, pero en realidad es el verdadero unificador de los humalos.
Alexander Elías2025
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