LA AME O LA AMO.
Yo la amé:
Como ama el estío, la flor,
flor que en mi alma sembré,
cuidándola con tanto amor.
La amé:
Como ama la herida el dolor,
que cerrada se torna cicatriz;
Así; Cuando nos llega el amor,
se encarna entre alma y cerviz.
La amé:
Con pregón de sufrimiento;
Es amar, apetecido calvario
y se ama sin precisar momento,
indeleble, aunque pasen los años.
Y se han ido tantos instantes,
amándola sin mengua ni olvido,
aún siento sus labios vacilantes,
al primer beso en los míos redimido.
La amé: O acaso la amo todavía
y en noches serenas o de tormenta,
la sueño, la pienso y la siento mía,
y de mi corazón … Nunca ausenta.
Yo la amé, con ese amor tan mío
y ella… Con ese amor tan suyo,
que era a mis adentros arrullo,
inquisidor contra olvido y hastío.
No sé cuanto la amé y me amó,
sólo sé… Que suelo recordarla,
y cual hoja que el viento no cortó,
en mí quedó, perpetua para amarla.
Y la amé y la amo… No lo sé.
Pero en mis entrañas la vivo,
si ella aún me ama… No sabré,
pero su aroma me quedó y percibo.
Autor: Victor A. Arana.
(VÍCTOR SANTA ROSA.)
Enero 11 del 2025.