WandaAngel

MIL ESPINAS

Nunca dijo su nombre, 

quizás nunca tenia.

El era rubio y trigueño, 

hombre de todos los días. 

 

Era de pan su sonrisa, 

su mirada miel y mirra. 

Sus cabellos al viento

y su piel... sol que brilla. 

 

Nunca pude besarlo,

nunca sane sus heridas. 

Pero el besó mi frente

y me clavo mil espinas.

 

Nunca dijo su nombre

y dejó abierta tres llagas.

La del amor, el deseo 

y mi vida que nunca sana.