Si al mirar tu rostro
me sonrojo
es por esta timidez que me embriaga
un dolor en mi pecho
que llama a la muerte
pero que aun así
me permite vivir
por que tu risa es ley profunda
es ilusión y memoria
sueño, que se convierte en tu sueño
siendo un navegante
que entre mares que no dan tregua
me enseñan a sobrevivir y ser tu cielo
tu tierra, tu desvelo.