En este nuevo día,
Que me concedes ¡Oh Señor!
Dame mi parte de alegría y haz que consiga ser mejor.
Dame tú el don de la salud,la fe, el ardor, la intrepidez,
Sequito de la juventud,y la cosecha de reflexión, la sensatez.
Sequito de la ancianidad, dichoso yo, si al final del día, un odio menos llevo en mí,
Si una luz más mis pasos guía.
Y si un error más yo extinguí y si por la rudeza mía nadie sus lagrimas vertió.
Y si alguién tuvo la alegría que mi ternura le ofreció.
Que cada tumbo en el sendero, me vaya siendo conocer cada pedrusco traicionero
que mi ojo ruin no supo ver.
Y más potente me incorporé, sin protestar, mi ilusiñon me la haga amar,
Que de la suma de bondad, de actividades y de amor.
Que a cada ser manda dar suma de esencias a la flor y de albas nubes a la mar.
Y que, por fin, mi siglo engreído en su grandeza material,
No me deslumbre hasta el olvido.
De que soy barro y soy mortal.