Misa RTD Leiva
PIEDAD
Que pendejo de mi parte fue,
Pensar que tus palabras llevaban mi nombre…
Qué estúpida humanidad esta mía,
Sentir esperanza que tu sufrimiento era igual al mío…
Que alma tan necia que se aferra,
A lo que el destino jamás autorizó…
Querido destino, por piedad te pido,
Purga este cuerpo viejo y pendejo,
Para que vomite, cualquier residuo de esperanza que aún habite…