En cada verso que escribo, tu nombre se posa,
Eres la musa que inspira mi dolor y mi amor.
Aunque pidas que te olvide, mi alma reposa,
En el recuerdo de tus ojos y tu esplendor.
Eres la estrella distante en mi cielo apagado,
Un sueño inalcanzable que no puedo borrar.
Aunque me pidas que deje de amarte, he fallado,
Pues en mi corazón, siempre vas a estar.
Tu sonrisa es el eco que resuena en mi mente,
El dulce tormento que no puedo apartar.
Aunque tu rechazo sea frío y persistente,
En mi poesía pura, siempre vas a brillar.
Tu indiferencia es la sombra que me envuelve,
Un abismo de tristeza que no puedo evitar.
Aunque desees que mi amor por ti se disuelva,
Eres la razón por la cual sigo a amar.