Poetisa antillana Emitza Santana

No es eterna la muerte

Si después de mi hora de muerte
me da el cielo un segundo de vida
juro que, quedaría despierta
para creer que su senda es eterna. 

Un aliento, estaría colmado
de lumbre que la mente encienda
para lágrimas de llanto y pena
devorar con mi altivo canto.

Mataría el deseo con la hoguera
que, no por incasta, su rojiza llama
y en cenizas del anhelo consumido
germinara de avidez mi flamante alma.

Pues, si amar en exceso es castigo,
no cabría una huella en mi espalda
embriagada en sombras de su abismo
tras resacas por la sed de su vino.

Si después de mi hora de muerte,
me da el cielo un segundo de vida
tatuaría con mi puño y letra
¡que tampoco la muerte es eterna!

 ðŸ‡¨ðŸ‡º