No toques
viejas heridas.
Cavidades que siguen
y siguen aún sin llenar.
No hables
como si
pretendieras ser otro,
no te va.
Estoy camino a otra ciudad y
en el camino la luz del sol me golpea en la cara y,
el calor me es favorable.
Así que,
no llames imparablemente.
Ya puedo dormir sin tus excusas.
…
No lo voy a negar
hay domingos en los que estoy completamente sola.
Eso no significa que así me sienta.
He comenzado a trazarme a través de colores y parajes.
Otros puntos de vista
tratando de encontrarme.
No hables con otros tonos cuando yo,
los he escuchado todos.
Lo tierno no te va.
Así que,
No digas, cariño, porque,
de haberlo sido…
No hubieras hecho sentirme tan mal.
Sigo creyendo que las personas pueden cambia, sin embargo.
toma tiempo y,
es demasiado corto tu recorrido para haber comprendido tantas cosas.
No,
no te excuses,
he dejado de ser tan tonta envuelta en ese poco amor que dices solías dar.
Lleva tiempo encontrarse y,
no.
No, se ha acaso tu poder de hacerme caer de rodillas simulando estar todo a tu favor.
No hay excusas que solventen un corazón partido.
Lo paralelo que es el sentido.
Es otra persona a la que te estás enfrentando.
Compredo ahora que la identidad forma parte del ser humano.
Así que,
el sol de la montaña me trata mejor que tus manos y,
la luna de este enero
me trae menos frío que tu ausencia.
Ya no hay nada porque regresar.
Ya no hay nada que perdonar.
Te puedes marchar en paz.