Rosario_Bersabe

Hermana

A mi hermana María

 

Un sollozo me escuece en las entrañas

no se atreve a salir, desasosiega

el quejido que hiere y que doblega

y de dolor inunda mis pestañas.

 

No hay pañuelo que empape mi dolor

ni queja que me libre del tormento

ni de este infame y vil abatimiento

que surca libremente mi interior.

 

Me has soltado, María, de tus manos

y sin tu alegría yo me siento sola,

y a merced de los yerros cotidianos.

 

hoy te siento volando en la campiña,

entre el color del trigo y la amapola

jugando libremente como niña.