Cuando el dolor se va
queda una huella, una cicatriz,
un vació, un recuerdo,
una ausencia, una advertencia
Una advertencia
de que el dolor es un mensajero
que llega a estremecernos
a sacudir nuestro caos estancado
Y así sabemos que el dolor
que hoy se ha ido
volverá en otro momento
en otro lugar y con otro propósito.