Fruto del alma
En un mar de palabras, mi memoria navega,
buscando entre las rimas el verso con más brillo;
así, con cada letra, se vuelve muy sencillo
y en plena circunstancia la voz con ritmo llega.
La tinta de mis sueños, en líneas se despliega,
pintando con palabras un mundo en el pasillo:
y al son de poesía, yo sigo el estribillo,
donde se expresa el alma y en su arte todo entrega.
Por eso, entre la bruma, palabras van al cielo,
la pluma baila al ritmo, cual danza de zorzales,
fluyendo de inmediato la idea con anhelo.
Por tanto, aquel poeta que exprime los cristales,
encuentra en cada línea refugio y gran consuelo
y halla en la vereda los trinos vesperales.
Samuel Dixon