Enrique Fl. Chaidez

Luminar

Señor, tu Luminar,

el heredero de constelaciones,

es santo dimanar

sobre la cumbre de los corazones

y gozo primordial en mis canciones.   

 

Al surgir de tu boca ya era buena

la luz de tus lumbreras.

Bastaría, Señor, que tú lo quieras

para crear del fuego un alma plena

y un coro santo de su voz serena.