Aguas de primaveras,
danza serena,
susurros de arroyos,
cantos en pena.
Nace en la fuente,
en raíces dormidas,
vida que despierta,
savia encendida.
Ríos que besan,
orillas calladas,
cargan el alma
de flores sagradas.
Sus manos cristalinas
pintan el suelo,
bordando verde
vida bajo el cielo.
Aguas que traen
memorias de abril,
reflejos del sol
en un cauce sutil.
Se llevan pesares,
devuelven canción,
un eco de vida
en su corazón.
Aguas de primaveras,
poesía fluida,
abrazo del tiempo,
esencia de vida.
Que nunca se agoten
tus dulces caminos,
que sigan cantando
tus bellos destinos.
Aunque este poema no ha sido escrito sobre el tema de los terribles incendios en la vecina California, he deseado al subirlo al portal, que se abrieran las puertas de los cielos con lluvias de mil primaveras para evitar muertes de seres humanos, especies animales, aves y bosques. Me ha apenado mucho que antes de los incendios, un grupo reunido de burlaba de Dios en uno de los condados afectados.