Negros, Blancos, adornados de perlas y oropeles
danzando al frenético ritmo de los tambores.
Moviendo insinuantes caderas, brazos,
piernas y pies por las calles de Santa Fé;
para aguantarsé al año después, que les crea "stress".
Negros, Blancos, al final de la regocijada bulliciosa
danza, al ritmo de los tambores. Sé dormirán tantos días,
como días, sambaron por las calles de Santa Fé.
luz teresa maldonado folkerts