Dicen que el amor es química,
una danza de feromonas en el aire,
que el corazón es solo un músculo
y el alma, un mito que nos sabe engañar.
Pero dime, ¿quién explica la chispa
que incendia un pecho al verte pasar?
¿O el vacío que deja tu ausencia,
como si arrancaras el cielo del mar?
Quizá sean solo cables y hormonas,
reacciones dictadas por la evolución,
pero entonces, ¿por qué en tu risa
encuentro un refugio, un himno, una canción?
Si el amor no existe,
¿cómo nombramos esa sed de tu piel?
¿Esa paz que encuentro en tu abrazo,
como si el caos jamás pudiera volver?
Tal vez el amor sea un truco del cuerpo,
un espejismo para no estar tan solos,
pero, si es mentira, qué dulce engaño,
que prefiero vivirlo, aunque rompa los hombros.
Así que, aunque sea química o locura,
aunque sea polvo destinado a caer,
déjame amarte, sin razón ni cordura,
porque en este caos, contigo quiero arder.