Me persigo buscándome en viejas
notas
en sucios papeles leo tristes historias
y cuentos de hadas y nada encuentro
no hay huellas de mi en la mar adentro
ni en canciones olvidadas
de mi cuerpo sombra encuentro.
¡Ay que pesada es un alma
sin cuerpo!
No tengo en que posarme ni sombra para cubrirme
ni origen, no sé si final
nada hay de mí en los archivos secretos del cielo
donde estará mi cuerpo
que Dios se lo habrá llevado.
¡Ay que pesada es un alma
sin cuerpo!