La noche está avanzada
y mi mente se preocupa
por una antigua culpa
que ya quedó saldada.
Cosas triviales me apuntan
con sus fusiles de salva,
los miedos son sus cartas
que cual buitres se juntan...
¡Aquí una carroña yace
y es mucha la podredumbre,
que sube hasta las cumbres
donde el frío río nace!
¡Alto,fieras insaciables
devoradoras de anhelos,
que carcomen los sueños
cual líquidos inflamables!
Vuelen lejos de mi cielo,
ni aun osen revolotear
sobre mi huerto, mi maizal
libre de cizaña y duelo.
Sus cantos han de intimidar
las fibras de mi débil cuerpo,
mas no un espíritu dispuesto
que con el ángel va luchar.
El alba se me vislumbra
teñida verde esperanza,
y aquella oscura bandada
emigró hacia su penumbra.
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