OscarCampos

Danza (V)

 

\"La tierra no da frutos de cadenas,

pero los hombres la atan con algodón,

con cada hilo tejieron vidas robadas.\"

“Una tela blanca,

como el oro blanco,

como un corazón blanco,

un hierro negro deja huellas invisibles,

como un ave sombría tiñe de rojo,

el campo de manos de mujeres

uñas sin luna, cuerpo sin estrellas,

las cadenas hieren hasta los huesos,

 

Hay gotas que caen a la tierra,

tiene en su memoria cada lagrima,

tiene en su memoria el sudor perdido,

estos hombres no son de pan,

estos hombres son de carne viva,

siembran amarras.

 

Cuando la riqueza es sangre,

hay un aroma a esclavitud,

se escucha el silencio herido,

y la mirada se seca con lagrima de piedra.

Nada pesa más que un collar de algodón,

hecho del trabajo de niños,

como piedras talladas de canteras,

por manos naciente, aún persisten,

raíces de dolor que no mueren”.

 

Hay manos que no dejan huellas,

en cada tela tejidas por manos invisibles,

a pesar de las piedras, su piel es blanda

a pesar del dolor, el algodón es cristal.

 

Hay un suspiro suspendido en los huesos,

los hijos buscan en las alas de mariposa,

la brisa de la memoria,

hay un grito que emerge en el aleteo,

es el grito de cada esclavo,

 entre plantaciones y océano,

que arrastra,

la vergüenza de las cadenas.

 

Una sonrisa se descuelga

entre cantos y tambores en esta noche,

el fuego tiene la virtud de la ceniza,

el viento tiene la virtud de llevarse

los restos de una fogata.

 

Cada hilo,

 parece espumas de olas.

Las olas tienen el aroma a sal,

las gaviotas se despiden del mar,

cada vestido hecho de hilos,

giran peces perdidos en la codicia.

 

Los escaparates de la maniquí,

parecen tener los espejos de una lejanía,

 los habitantes callan.

 

¿Quién pregunta por las manos?