Te enojabas conmigo porque
te aconsejaba.
Ahora lloras y, me
pides ayuda para que te ponga
un abogado.
Yo no quiero tener
problemas ni gastar mi dinero;
porque lo que hiciste no tiene
perdón.
Asume tu responsabilidad
y cumple porque, ni el mejor abogado
te libra, ni juez te deja libre por
el mal que causaste.