EDGARDO

Cantos al Amor Consagrado

I. El Firmamento

Bóveda celeste, zafiro profundo,

donde el sol y la luna, astros gemelos,

enlazan sus luces en abrazo fecundo,

al universo infundiendo sus destellos.

 

II. Testigo Silente

Conoces mis júbilos, faro en mi senda,

y mis melancolías, bajo un velo de plomo,

comprendes mis íntimos pesares, llanto que inunda la inmensa senda,

y ante mis desdenes, la tierra vibra con hondo asombro.

 

III. Compañera Fiel

Compañera fiel, resonancia a mis anhelos,

bajo tu amparo camino, con paso firme y seguro,

sobre un lecho de rosas y espinas, crisol de nuestro anhelo puro,

donde tu esencia mi espíritu estremece, cual eco de un amor seguro.

 

IV. Dunia, la Flor Primigenia

Dunia, flor excelsa, de pétalos de carmesí brillante,

heraldo de almas unidas, amor que enciende llama constante,

en tu ser mi alma encuentra su edén,

refugio eterno y palpitante.

 

V. Ecos del Pasado

Aquellos instantes, mágicos recuerdos,

tu voz cual eco resuena en mi interior,

tus manos siento rozar mis dedos tiernos,

y en cada amanecer, te extraño con fervor.

 

VI. Ausencia Dolorosa

Tu ausencia, destino ineludible,

dejó un vacío que el tiempo no borrará,

en cada instante, un suspiro audible,

y en mi alma, tu recuerdo por siempre vivirá.

 

VII. Presencia en la Memoria

Momentos eternos, grabados en mi ser,

tu silencio me acalla, cual dulce melodía,

el viento no se llevó nuestro querer,

pues en mi corazón, tu amor aún brilla.

 

VIII. Renacer Primaveral

Dulce primavera que llegas, radiante,

pintando de colores mi alma florecida,

tu aroma enciende mi amor constante,

elevándome al cielo con tu canción sentida.

 

IX. Reflejo del Amor

En tus aguas, el cielo se refleja,

trayendo cantos de amor a mi interior,

tu espíritu abriga mi esperanza añeja,

llenando mi alma de un inmenso candor.

 

X. Luz Interior

Acaricias mi rostro con magia sutil,

llenando mi vida de sonrisas puras,

iluminas mi ser con un sol gentil,

revelando la fuerza que en mí perdura.

 

XI. El Llamado

Siento que mi corazón te llama sin cesar,

eres el sueño que un día anhelé con fervor,

la luz que ilumina mi alma sin igual,

el sol que da calor a mi eterno amor.

 

XII. Fuente Inagotable

Mi amor te pertenece, cual agua de manantial,

que sacia mi sed y renueva mi existir,

eres mi niña, mi reina, mi faro celestial,

mi brújula en la inmensidad del sentir.

 

XIII. Versos del Alma

Poemas del alma, canto divino y bello,

manantial de versos que redimen mi ser,

encanto primaveral, néctar genuino y sincero,

elixir que embriaga mi alma con dulce querer.

 

XIV. Fascinación Constante

Escribo palabras al ritmo del corazón,

que no alcanzan a expresar lo que siento en verdad,

palabras llenas de profunda fascinación,

ofrendas de amor que mi alma te da.

 

XV. El Amor Prevaleciente

Cuando te miro, el mundo se desvanece,

mi voluntad a ti por siempre pertenece,

en cada mirada, mi amor crece,

porque amarte es la razón que me estremece.

 

XVI. El Tiempo Tejido

Treinta y dos años, hilos de oro y seda,

tejiendo un tapiz de amor sin igual,

cada estación, una historia compartida,

un amor que al tiempo desafía, con pasión decidida.

 

XVII. Raíces Profundas

Como dos árboles de raíces profundas,

nuestros corazones se abrazan con fuerza y pasión,

juntos enfrentamos tormentas y dudas,

construyendo un amor de eterna unión, bajo el sol y las brumas.

 

XVIII. Jardín de Amor

En este jardín de amor, cultivado con esmero,

florecen rosas, girasoles, tulipanes y orquídeas,

símbolos de un amor sincero y verdadero,

que perdura a través de las vidas, como un jardín florido en el sendero.

 

XIX. Búsqueda Constante

Como girasoles buscando el sol naciente,

así mi alma te busca, luz de mi existir,

como orquídeas, amor delicado y resistente,

como tulipanes, renaciendo al sentir, en un ciclo persistente.

 

XX. Amor Eterno

Y cuando llegue el otoño de nuestras vidas,

nuestras hojas caerán juntas, en dulce paz,

nutriendo la tierra para nuevas floridas,

un amor eterno que jamás se extingue, ni se va,

porque no saber amarte, sería no saber vivir, y amarte es mi felicidad, mi guía, mi verdad.

 

XXI. Primeros Encuentros

Recuerdos de antaño, cual brisa suave,

el primer encuentro, una chispa divina,

miradas que se cruzaron, un amor que nace,

dos almas que se encuentran, en una danza genuina.

 

XXII. Juventud Floreciente

Éramos jóvenes, cual brotes en primavera,

llenos de sueños y anhelos por cumplir,

nuestro amor crecía, cual enredadera,

entrelazando nuestras vidas, sin fin.

 

XXIII. El Compromiso

Bajo un cielo estrellado, juramos amarnos,

un compromiso eterno, sellado con un beso,

dos corazones unidos, para siempre estar juntos,

un amor que trasciende el tiempo y el universo.

 

XXIV. Los Años Dorados

Los años pasaron, cual río que fluye,

nuestro amor se fortaleció con cada estación,

juntos construimos un hogar que nos incluye,

un refugio de paz y amor, sin condición.

 

XXV. La Madurez del Amor

Como dos árboles robustos, resistiendo al viento,

nuestras raíces se entrelazaron profundamente,

un amor maduro, sereno y completo,

que florece con cada nuevo amanecer, eternamente.

 

XXVI. La Fragancia del Amor

Tu fragancia, cual aroma de rosas en primavera,

embriaga mis sentidos y llena mi alma de pasión,

un perfume que perdura en mi memoria entera,

un elixir de amor, que sana cualquier aflicción.

 

XXVII. El Jardín Secreto

Nuestro amor es un jardín secreto, lleno de flores de mil colores,

rosas rojas, símbolo de pasión ardiente, girasoles buscando el sol,

orquídeas delicadas, mostrando sus primores, tulipanes renaciendo, un ciclo sin fin, un eterno crisol.

Un edén donde florece la más pura inspiración, un remanso de paz en el corazón.

 

XXVIII. El Lenguaje del Silencio

Más allá de las palabras, existe un lenguaje callado,

miradas que se entienden, gestos que lo dicen todo,

un diálogo de almas, profundo y sagrado,

donde el amor se expresa en su forma más noble y de hondo modo.

 

XXIX. Refugio en la Tormenta

En los momentos difíciles, cuando la tempestad arreciaba,

encontré en tus brazos el refugio seguro, mi puerto de paz,

tu apoyo incondicional, mi fuerza que nunca menguaba,

juntos superamos cada obstáculo, con amor y tenaz audacia.

 

XXX. Trascendencia del Amor

Nuestro amor trasciende el tiempo, las distancias y la vida misma,

un lazo eterno que une nuestras almas para siempre,

más allá del otoño, más allá de la última brisa,

un amor que florece en la eternidad, cual semilla que germina perennemente.

 

(XXVII. El Jardín Secreto – Expansión)

Nuestro amor es un jardín secreto, lleno de flores de mil colores,

rosas rojas, símbolo de pasión ardiente, girasoles buscando el sol,

orquídeas delicadas, mostrando sus primores, tulipanes renaciendo, un ciclo sin fin, un eterno crisol.

Un edén donde florece la más pura inspiración, un remanso de paz en el corazón.

 

(XXVIII. El Lenguaje del Silencio)

Más allá de las palabras, existe un lenguaje callado,

miradas que se entienden, gestos que lo dicen todo,

un diálogo de almas, profundo y sagrado,

donde el amor se expresa en su forma más noble y de hondo modo.

 

(XXIX. Refugio en la Tormenta)

En los momentos difíciles, cuando la tempestad arreciaba,

encontré en tus brazos el refugio seguro, mi puerto de paz,

tu apoyo incondicional, mi fuerza que nunca menguaba,

juntos superamos cada obstáculo, con amor y tenaz audacia.

 

(XXX. Trascendencia del Amor)

Nuestro amor trasciende el tiempo, las distancias y la vida misma,

un lazo eterno que une nuestras almas para siempre,

más allá del otoño, más allá de la última brisa,

un amor que florece en la eternidad, cual semilla que germina perennemente.