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**~Ensayo - La Vida Cansa~**

Ensayo: La Vida Cansa

Por: Srta. Zoraya M. Rodríguez Sánchez

Seudónimo: EMYZAG



No me digas en tu carta que la vida cansa. Amiga, la vida no cansa sino se vive con demasiado ímpetu. La esencia de la vida no cansa si no detiene a las horas dadas en transcurso. ¡Oh, vida mía, que la vida cansa! Si se detiene la vida sin pasar cansancio, ¿qué será de la vida? ¿Será la muerte? La vida cansa, no me digas en tu parecer que la vida se detiene en un instante tan cruel sin poder revivir en el trance de la fría verdad. ¡No vida mía, la vida no cansa!, si se vive adecuadamente y así en viceversa. No queda más ni más, cuando en el frío altercado se encierra el deseo de un sólo calor, cuando el aire y el viento es abstracto, inconsciente e invisible, pero, ¿el viento cansa? o ¿el viento debilita el alma?, verdad que no, amor, es rico como el oxígeno, porque sin el oxígeno no se puede vivir.  

No me digas que la vida cansa. Si a tu parecer se debate un sólo frío altercado en discernir y que la vida te digo que no cansa. Si la vida no cansa las horas, el tiempo, el cielo, el sol y la lluvia, así que no existirían si son precedentes de un mal o buen tiempo. ¡Amiga, la vida no cansa! Si en el destino y en el camino no se descubre ni se cansa más ni más la vida. No se detiene el tiempo, pues, la vida no cansa, si continúa la vida, pues, el tiempo no desata más frío. No me digas que la vida cansa si la vida es trabajo incansable, ímpetu en lograr los sueños más indelebles y más irrealizables. La vida no cansa si en el destino y en el camino se enfría el desierto en tu sola imaginación.  

Amiga no me digas que la vida cansa. Si el destino y tu alma convergen en un deseo en querer sobrevivir al cansancio. No me digas que el instinto se encierra en un sólo mal desafío en querer abrir los sesos de tiempo y de horas incansables cuando el tiempo no detiene a la vida, pues, la vida no cansa ni cesa ni cede el tiempo ni el transcurso del tiempo. Si la fiebre queda como el escalofrío en la piel, en el cuerpo y más entre la cien de una sola cabeza que piensa en que las horas son estables y muy coherentes, pues, no me digas que la vida cansa. La vida cansa, amiga, no es fortuna lo que dejas en mi cerebro y entre mis sesos, cuando me dices que la vida cansa, no amiga, pues, en el tiempo y más en el comienzo se abren unas horas para vivir cuando por nacer te llega la hora de vivir y por morir también te llega la hora de terminar esa vida, pues, no me digas que la vida cansa. No amiga la vida no cansa, se vive y así se muere sin cansancio sino que obtienes de la vida lo que has de cosechar.

¡Oh, amiga y que la vida cansa!, no es la fortuna que me dejas aquí en el alma de un tiempo que me dices que la vida cansa. Amiga la vida no cansa si continúa su redención, su imaginación y su realidad, es como vivir en paz dejando florecer el alma con una sola rosa en que el aroma es como la fría esencia. La vida no cansa, amiga, cuando el tiempo corre veloz, pero, no cansa sino que transcurren las horas para saber que el destino cambia de tiempo y de horas inertes cuando en el alma no se cansa sino que el cuerpo se cansa, pero, la vida no, aún no, si continúa la vida y la existencia por seguir viviendo.