JUSTO ALDÚ

Dos Amantes en el Parque (novela corta)---Autores: Srta. Zoraya Rodriguez (Puerto Rico) y Justo Aldú (Panamá)

Diálogo entre dos poetas:      Srta. Zoraya M Rodríguez como Flora

(personajes)                           Justo Aldú como Joaquín

Escenario: Parque Porras  en la ciudad  de Panamá y el viejo hotel EL EDÉN.

Música: EN UN CUARTO DOS AMANTES. (Al piano Danilo Pérez de Panamá, voz Danny Rivera Puerto Rico)

 

Flora camina entre las bancas del Parque Porras, su cabello oscuro brilla bajo el sol del mediodía, mientras que su mirada inquieta explora cada rincón del lugar. Flora era una mujer joven, de una belleza que llamó la atención de quienes pasan por el Parque Porras, pero, aquella mañana, sus gestos nerviosos delataban una lucha interna. Desde que llegó a Panamá de Puerto Rico para estudiar, su vida había dado giros inesperados. Había encontrado el amor, se había casado y tenía dos hijos que iluminaban sus días, sin embargo, en los últimos meses, su corazón había tomado un rumbo inesperado.

Flora conoció a Joaquín, todo comenzó en una tarde cualquiera. Joaquín, un hombre alto, con una sonrisa encantadora y un carisma que desarmaba, era un panameño cuya presencia parecía llenar el aire; como ella, estaba casado, hablaban con frecuencia, pero las conversaciones entre ambos pronto se volvieron un refugio que los alejaba de sus propias realidades. El flechazo entre Flora y Joaquín fue inmediato. Un torrente de emociones que ninguno pudo controlar.

Las miradas robadas entre Flora y Joaquín en el parque pronto se transformaron en encuentros secretos. Un pequeño hotel llamado El Edén cerca del Parque Porras, pronto se convirtió en el santuario de los amantes, que entre las paredes de aquella habitación encontraron un mundo donde las restricciones del deber y la moral estaban suspendidas. Los encuentros entre ambos enamorados eran intensos, apasionados, cargados de una electricidad que les hacía olvidar que fuera de aquellas paredes tenían familias que los esperaban.

Flora, sabía que lo que hacía era peligroso, pero cada vez que intentaba alejarse, el recuerdo de Joaquín la arrastraba de vuelta, le curtía la piel el deseo y suspiraba.

 

-“Esto es una locura”-, se decía Flora una y otra vez,  mientras caminaba por el parque, pero, su corazón latía desenfrenado ante la idea de ver a Joaquín.

 

De repente, Joaquín apareció entre los árboles, su figura imponente iluminada por el sol hizo que Flora sonriera, aún con el nerviosismo pintado en el rostro. Sabía que cada encuentro podía ser el último, pero también sabía que no era fácil detenerse.

Mientras se acercan el uno al otro, los remordimientos quedan atrás, y por un momento, todo lo que importaba era el presente.

Un auto pasó muy cerca y se dejó escuchar la canción \"San Juan sin ti\". Flora estalla en llanto, recordando quizás a su lejana patria y Joaquín la tomó en sus brazos diciendo:

 

Joaquín-¨¿Por qué lloras amor?, soy yo y he venido a la cita de siempre. Tú sabes que te amo…¨-,

 

Flora: -¨Porque esa canción me recuerda a mi patria, la tradición de mi pueblo y el corazón se hace pedacitos por mi Tierra, porque hoy vivo lejos de ella. Y te lo digo, Joaquín, sí, has venido a la cita, tú sabes que yo también te amo…¨-,

 

El auto pasó despacio y Flora desconcertada, adolorida y malherida porque está lejos de su patria lleva su mano derecha al corazón mientras estrechaba a su amante contra el pecho, sentía que el llanto afloraba desde su más intenso interior, un dolor que poco a poco iba calmando Joaquín con sus besos y caricias.

Los dos enamorados se hallaban en el Parque escondidos de sus respectivas parejas, se acariciaban y se besaban con dolor. El alma de ambos enamorados se abastecía de luz iluminada de un sol radiante y el ensueño de un beso que brindaban sus bocas que se aman más. El deseo y la ambición del amor quedaron a la deriva.

Un amor puro, inocente, ingenuo. Las manos entrelazadas como si fueran dos jóvenes enamorados que pasean por el Parque, como si el alma detuviera el tiempo en un sólo compás al unísono del latir del mismo corazón. Los corazones de ambos amantes latían y se flechan más y más como si fuera cupido que los ha venido a visitar. Joaquín miraba el sol que los cubría de calor y pasión, y que hasta sus almas llenaba. La verdad es que ambos se aman como nunca, un amor del que queda grabado en el corazón. 

 

 

Joaquín: (con voz suave) No digas eso. Tú has construido una vida aquí. Tienes a tus hijos, un hogar... y me tienes a mí. Sé que hay cosas que debemos hablar, nunca quise que llegara este momento.

Flora: -¨Oh, Joaquín, amor mío, mi vida eres tú y cada día más te amo más, pero lo nuestro no puede ser, sabes que tengo hijos, esposo y no deseo más compromisos que el amor hacia ellos¨-

 

Joaquín con mano en la cabeza repasa toda su vida, piensa que es difícil detener el amor que siente por Flora y que percibe, pues, el alma de ambos es un diluvio de sensaciones muy gratas, quiere una solución al problema, pero, en el alma está la lluvia de amores, pasiones y de caricias ofrecidas por ambos.

 

Joaquín: -¨Flora, yo también me pregunto eso a veces, pero, cuando estoy contigo todo parece tener sentido. Es como si el mundo desapareciera y solo existiéramos tú y yo¨-,

Flora: - Amor, sabes que sólo tengo ojos para ti, pero mi familia me espera y me ven como una mujer casada, resignada y abnegada cumpliendo cabalmente mis deberes de mujer y madre, aunque yo te ame lo nuestro no puede continuar y con dolor te lo digo ahora…¨-,

Joaquín: (con voz firme) Tal vez no se trata de encontrarnos o perdernos Flora. Tal vez solo somos dos almas atrapadas en algo más grande que nosotros. Lo único que sé es que no quiero perderte.

 

Ambos guardan silencio por un momento. Los sonidos del parque, las risas de los niños y el canto de los pájaros, llenan el espacio entre ellos.

 

Flora: -¨Ahora, tú te vas de mi lado dejando a mi corazón helado, y ya sabes que te amo, pero, no puedo marcharme sin antes decirte que…, que cuando me abrazaste, yo soñé estar junto a ti, que cuando me besaste, yo soñé ser el hálito desnudo que viajaba en tu boca, que cuando me acariciaste, yo soñé estar entre nubes de terciopelo, estoy en un dilema porque si te vas de mi lado dejas mi corazón congelado y en pedazos, mi alma en trizas, solo quiero el recuerdo  amándonos …¨-,

 

Joaquín: Me duele y sé que te duele, pero tenemos que terminar, dejar de vernos el amor que vivimos es un sueño que no lo podré olvidar jamás y tú tampoco podrás. Debemos hacer lo correcto, aunque ambos sabemos que el destino jugó con nosotros. Llevaré muy dentro de mí tus caricias, tus besos, el ardor de tu piel y tu figura grabada en mi retina. No te deseo mal, todo lo contrario, te deseo lo mejor a ti y a tu familia. Quédate con mi alma que yo haré igual con la tuya.

 

Flora: -¨Ahora sólo queda en el corazón un latido suave, delicado con tenue luz y triste latir, ahora te vas de mi lado dejando el camino cerrado y sin abrir nuevas fronteras o murallas; yo te amé, pero, la familia es más importante que una relación sin futuro y que no puede seguir porque las cadenas que nos atan son fuertes y renace  el dolor, mejor te marchas lejos que en el cielo está tu libertad y la mía, quizá nada de esto es verdad, la familia es importante, que no noten que lloramos y que el alma se nos desgarra, con este último adiós hoy nos hace decir a la vida; ¡maldita sea cuando te conocí!, porque si hubieras llegado a tiempo a mi vida, esto no hubiese pasado y el tiempo corre también, no quiero arrepentirme de la  decisión de dejarte libre, desatando un tormento o una terrible tempestad, aquí dentro de mi pecho sangrante de amor por ti…sólo digo, ¡adiós amor!¨-.

Es un fin desgarrador en la escena de mirar a los ojos y morir de llanto expresando sólo un adiós tan mortal que duele y que hoy te dejo por mi familia ellos necesitan más de mi tiempo, amor y deberes y ya lo comprendí, Joaquín, sólo toma mi amor como un encuentro más en El Edén porque las paredes, el suelo y la habitación, el sol y la luna son los únicos testigos de éste amor imposible en poder creer que no tiene solución y ya está irremediablemente roto todo el amor. 

 

La tarde se quebró tras las siluetas en el parque, sólo las aves, las flores y las paredes del viejo hotel El Edén eran mudos testigos de aquel trascendental amor que llegaba a su fin…

 

FIN

 

Srta. ZORAYA M RODRIGUEZ (ZMRS)

Puertorriqueña

JUSTO ALDU

Panameño

Derechos Reservados © enero 2025

* Cedo cualquier derecho de autor sobre ésta publicación a Zoraya Rodríguez.

                                                                                                  JUSTO ALDÚ.