Quizá el hombre de mis sueños, no es un rostro al que pueda mirar, no es una sonrisa al abandono.
No es un infame que lleve sus mejores perfumes, quizá al hombre que debo mirar es aquel, que no existe, quizá el hombre que pueda amarme será el más perfecto porque de él mis besos serán eternos.
No habré de buscar una caricia, ni palabras para que entienda mi lenguaje, quizá el hombre de mis sueños me busque en un arranque de jamás nos buscamos, sin pedir permiso estará en mis sueños
Y en mis sueños el hombre de mis sueños, no tiene disfraces.
No juega el héroe y se vuelve un villano, simplemente es el.