Solo dispongo
de diez minutos
para dibujarte, solo,
en un estar pensando
cuánto fue lo que hubo
entre tu cuerpo y el mío.
Solo, dispongo, trituro
cada una de las palabras
que espadas se alojan
en el cuerpo de mi alma;
amor eterno de mentirijillas
—ahora lo entiendo— cuando
solo era una ilusión aérea,
un suspiro en un montón
de aire que acababa de entrar
de la mañana de ahí fuera,
de un nuevo día que se extiende
para mí y para ti, donde el reló,
recién despierto, presenta ufano
al espectador un nuevo estilo
numérico y un nuevo contorno
de plata y azul en dirección directa
a un futuro que nunca existe.
Solo dispongo de cuatro minutos ya,
y me queda mucho por decir,
aunque solo diré una cosa:
\"que fue bonito conocerte profundo\",
penetrar bajo la tersura de tu piel
y tentar hasta acariciar tu visceraje,
tu sensibilidad más sensible, tu pensar
más oculto, tu manera de...
Ya de solo dos. Pues eso, que te vaya
bonito no, y que no dudes de que la vida
te tiene reservado en su trastienda
unos planes que no te imaginas y que,
con creces, superarán cualquiera
de tus expectativas, de las mías.
Siempre tuyo...