Tengo mi memoria vacía
como vacía también está mi alma.
Pasan veloces las noches y los días
y yo, que mi vida a su muerte avanza.
Ya no tengo todo lo que quería
y menos tengo aquello que yo tanto amaba.
No existe en mí una melodía
tan solo un silencio que a todo lo abarca.
Tengo un puñado de poesías
que al leerlos hoy no me dicen nada.
Toda mi tristeza está aquí a la vista
en esta soledad que me tiende otra vez su trampa.
Ya no tengo mis pasiones prohibidas
ni aquellas emociones que dejé olvidadas.
Mi ilusión se declaró oficialmente perdida
como perdidas quedaron las más bellas palabras.
Tengo dentro de mí las esquirlas
que abrieron en mí las heridas no curadas.
El tiempo solo supo a despedidas
y los sueños a darme quizá un poco de calma.
Ya no tengo húmedas a mis pupilas
mis lágrimas por el viento fueron secadas.
Solo mi memoria sostiene hoy a mi vida
¡Que en su melancolía va deshojando a mi alma!