Oscar Perdomo Marín
BULLICIO
(A Frida Kahlo)
¡Ay, que bulliciosa soledad
la de estar muerta
y vivir para siempre!
Este fuego me abraza.
Mis vísceras imploran.
Soy una pompa de jabón.
Mi vientre no responde,
la vida de mi vida
se me llena de sombras.
Mis pechos sollozantes
reclaman que me tengas
apretada a tu cuerpo:
dolor que me doblegas,
vida que amor me das,
sangre que me lo quita.
¡Ay, colores de sueño!
¡Ay, brújula encendida!
Mi rostro es una máscara
de contornos heridos.
la muerte anda rondando
en cada gesto mío.
Escucha: esta pasión
que gime es un volcán
de sombras. Este cuerpo
partido. El alma que galopa
en pinceles de aurora
¡A solas, siempre a solas!
¿Podrás imaginarme
desnuda entre los lienzos,
emergiendo en mis ojos
lascivos de tenerte
-Oh, carne deliciosa-
Hambrienta de mis ganas?
Mírame, contrahecha:
descubre mi belleza
cúbrete con mi piel.
soy tormenta, quietud
la virgen pecadora
de los colores vivos.
Voy subiendo la cuesta
con mi cuerpo partido
llevo el alma colgada
de soledad y sollozos
de fuerza ¡Te amo vida!
de muerte, de agonía.
Ahíta estoy de amor
reviento de silencios
¡Oh, Santa Muerte;
Apiádate de mi!
El olvido me cubre
¡Que terco es el olvido!
¡Ay, que bulliciosa soledad
la de estar muerta
y vivir para siempre!