El tiempo se escurre y los amaneceres cada vez más largos
En esta espera inconcebible de años y mariposas viajeras
Viendo las siluetas del pasado en el momento preciso
En que se abre la puerta de la jaula de mi sueño
Y muere el ave azul del poema soñado en Valparaíso.
Intentando encontrarle explicación a la locura de amar sin norte
Y escuchando a las paredes hablarme del horror de la conciencia
Me sumerjo bajo las sabanas de la esperanza taciturna
Y el verano silente de tus pasos en la noche me acompaña
Cuando el cielo se convierte en un testigo con la luna del amor
El amor que gotea poco a poco del techo de un deseo y el cielo azul
Azul porque las nubes se quedaron clavadas en la marea de mi vida
Vida de mis ojos, vuelve a darme un latido para este amor callado
Callado por el viento de espíritus desastrosos de un poeta loco
Loco amor de primavera permanente y soñador de años tristes
Triste felicidad que baila al son de una copa de vino
Vino y manzanas fruto del pecho de cariño que dejo la soledad
Soledad silenciosa y deliciosa que amanece en juventud
Juventud de juegos grises en la arena de esta playa
Playa de amor tu y yo amándonos y la luna alumbra tu espalda
Espalda que me da calor y me refugia de lo imposible
Imposible es la palabra borrada de mi diccionario de amor.