La enfermedad de la época
La soledad es el demonio de esta época, se escurre por todos lados como hiedra venenosa creciendo entre la multitud, lo que sea que nos pase es por qué no podemos estar solos, los edificios más altos y las personas son más pequeñas, los templos difícilmente se distinguen entre las luces de la ciudad.
Dios se ha vuelto invisible y lo que le preguntábamos a él, ahora se lo cuestionamos a las personas esperando que alguien pueda salvarnos, todo a consecuencia de la soledad, por eso nos buscamos unos a otros, todos buscan a su otra mitad, el amor es la religión del nuevo mundo, es el mesías para unos y el infierno para otros.
¿Quién es ese extraño que debería salvarnos de la soledad a cambio de darles nuestro corazón? ¿Quién es ese extraño que cambiará nuestra vida de repente? Que le dará un significado a nuestra vida. ¿Será la mujer conectada frente ti en el vagón de la conectividad digital? ¿Será ese hombre desconocido que buscas en los bares todos los sábados por la noche? ¿Quién será ese extraño maravilloso? ¿Tenemos tanta suerte? ¿Es el premio gordo que esperas ganar cada vez que actualizas tus redes sociales como si tiraras de la manivela de una máquina tragamonedas?
Te tengo malas noticias, la casa siempre gana, no hay nadie ahí afuera que te proteja de tus propios demonios.
No te inquietes, no hay nadie, todos estamos solos, pero no temas quizás estés solo… pero eres libre, la idea de que el infierno somos nosotros mismos y el cielo son los demás es una mentira que ha convertido al mundo en un mercado y a nosotros en productos nadie más que tú puede salvarte, aquel que es igual de indefenso que tú y está igual de desorientado sobre que hacer con su soledad, no puede salvarte, no hay otra mitad para esta naranja, tú eres la naranja entera, cuando te deshagas de esa enfermedad de sentirte solo creerás únicamente en ti mismo y te darás cuenta de que solo tú puedes salvarte a ti mismo.