Desde el ayer que dábamos por pasado, y perdido en el tiempo, aún aprecio de buen grado como se desprenden pétalos de las rosas, al declinar la tarde. Ellas están deseosas de poder esparcir su agradable aroma, con la intención de seguir arropando, aquellos gratos recuerdos, de los momentos pasados, logrando de ese modo traerlos de nuevo con el eco sentido de las letras. De igual modo suelen comportarse las rosas silvestres, pues a pesar de ser cortadas sin su consentimiento, nos siguen regalando su peculiar y agradable aroma.