OscarCampos

Una puerta gris

 

“Una puerta abierta por la tempestad,

ingresa las estrellas,

las grietas sombrías de los que huyen,

afuera el dolor danza en la violencia,

afuera las migas se enlazan al hambre.

 

Aquellos que no escuchan un canto

aquellos que ocultan su piel con sombras,

aquellos que solo hacen del hierro el dialogo,

ven la puerta cerrarse indolentes,

ojos olvidados no logran detener su cierre.

 

En cada peldaño, cuelga un pensamiento

  que la historia dejo escapar:

¿Qué hace una puerta cerrada

en medio de la ciudad sin memoria?

¿Una cadena? ¿El silencio?

¿La realidad humana incomprendida?

¿Son las sombras

de lo que el pasado deja en las cavernas?

¿El murmullo de grietas ocultas sin comprender?

¿Cómo se vuela sin aprender?”

 

El muro de esta casa…

Cuando la brisa levanta polvo,

levanta cenizas,

el sonido de las hojas escrita,

solo son acuerdos con tinta volátil,

rompen la violencia hasta las esquinas

de la tierra y repetición de siglos,

los muertos, copias de muertos,

el brillo de las piedras en los bolsillos,

pesa más que los huesos,

las trincheras cambian

para los gritos de los no nacidos.

 

Esta es la pluma con tinta,

que la violencia borra,

esta es la huella de la mano,

que firmó un nuevo horizonte,

pero la tempestad regresa,

cambio el sonido de las trincheras,

por el sonido de tu habitación.

 

El espejo refleja tu rostro cambiante,

la tinta de lo escrito más volátil,

 el hombre aprende nuevos lenguajes,

para olvidar las enredaderas de un muro.

 

El hombre de las cavernas

no escribió sobres huesos,

hoy su tinta es ceniza

y su lenguaje trincheras.