La dulce niña por la senda va
caminando sin sentido, anda, mirala!
la niña viste blusa de seda,
seda que ha traido de pueblos lejanos,
donde sus pues, largos caminos cruzaron.
Polleras muy amplias
ropas de vivos colores,
en sus oresjas y su cuello, alhajas de iri
y en sus manos...
pues en sus manos, no sabes,
la morena lleva pulseras con dijes de monedas de oro
que brillan y bailan al son de sus suaves
movimiientos, de esas magicas manos.
Sus manos tomando las de un camninante
que cuiroso se acerca,
para admirar tanta belleza
y ella acariciandole, rozandole ,
los zurcos donde lee con atencion,
adivinando su futuro,
prediciendo su porvenir,
interpretando con destreza lo que deparara mañana...
Le obsequia a cambio de unas monedas
un amuleto de la buena suerte...
le dijo que no era mas que una piedra
una hermosa piedra ambar
sus palabras fueron
para portegerlo de la mala suerte,
se dio la vuelta
y... entre medio de las personas
como acto de magia desaparecio.
El al otro dia...
a esa misma calle el regreso
buscando con ansias encontrar
a la bella gitana
quien domina el arte de adivinar
interpretando la luz
descifrando las sombras
para ver si con sortilegios logra su alma curar.
Mas el a la duce gitana
no pudo jamas encontrar.