Mi dijiste que te diera una nube oscura
como un trozo de esencial, algo de mí...
que entre las noches y en un eclipse de luna se empapara en ti,
mi música o el timbre de mi voz al imperfecto, tinieblas caóticas, en un cielo estruendoso.
Néctar de tus labios, droga voluptuosa para los míos.
Así te busco, en la belleza de una palabra y en el silente tintineo de tu vacío.
La vida es tan frágil como un témpano de hielo que se revienta,
frágil como un poema que para nacer
se esconde entre las pausas y sigilosamente te persigue como un lamento desnudo, llegas y te reconozco...
mi momento feliz cruzándose entre puñales de fuego.
Dulce canela y azúcar de un verano alrededor de tu cuello.
Olor a fuego en los herrumbres del tiempo.
Querías un cielo y una nube color tormenta de esas que abren el corazón con cuchillos negros, o las que duermen a la orilla de las agonías frías.
Ónix, ónix te reconozco en mis alegrías.
Sabag, Safe creative