Medroso te miro cuando levantas
Ese tu rostro hacia las estrellas
Los ojos cerrados, la plena sonrisa
Como aspirando de ellas la magia
Como si sumergida en esos parajes
De mí olvidada flotando te vayas
Y aquí solitario mi camino se estanque
Sin el sereno de tus ojos que calman
Ni la palabra oportuna que alienta
Entre oscuridad y pena me quede
Huérfanas las flores de tu ventana
Mi fantasía escondida sin destinatario
Mi hoguera sin tu febril llamarada
Entre cenizas y polvo perezca de frío
Qué gozo cuando tu mano entonces
Busca traviesa la mía y hablas
Conectando ese infinito en su roce
Colmando de esperanza mi alma
Que agradecido bendice tu compañía
Rebosando de fe, de amor y de dicha