No es la navidad,
son los doce meses pasados,
las angustias,
la soledad
sueños, esperanzas
y el deseo oculto
de cambiar,
reconstruir
y sanar.
No es la nostalgia,
esa que golpea el alma,
es uno mismo
que mira atrás y se cuestiona,
y cree en lo que jamás vivió
y añora lo que nunca llegó.
Y es ese amor esquivo,
mil veces esperado y soñado,
que intenta vivir la ilusión
del alma gemela
y de un mundo
solo para dos.
Y es la navidad,
la que extiende sentimientos,
en un manto de eterna melancolía,
y hace imposible olvidar.
Y el recuerdo llega, a pesar de todo,
se instala en la retina,
y anuncia en voz baja,
que es el dueño de los días,
del tiempo
y de la vida...
Ana María Indacochea Garreta
Diciembre 20 2024