Andiuz

TRAVESÍA

 

 

En el tren de la vida hay un vagón

de sueños donde crecen y se extienden

como en el universo las estrellas,

y las sonrisas prístinas me asaltan

con el blanco saludo de la aurora.

Camino hacia adelante como siempre,

con paso firme, sólido y constante,

con todas ilusiones viejas,  nuevas

como cuando tomé el tren matutino...

Se va llenando mi alma de paisajes

soleados, lluviosos, expectantes...

Y a veces me detengo en mi interior

para pensar adónde me dirijo,

y respiro y duermo y me reencuentro

entre papeles viejos y experiencias arcanas;

y yo ya no soy yo fuera de este teatro.

Veo cómo he cambiado aun siendo siempre el mismo;

y es que uno cambia tanto con tanta alienación

alrededor: el frío, la soledad y el llanto.