ELLA FUÉ MIA
Ella fue mía porque la descuidaste,
la dejaste sola, su amor malgastaste.
En su corazón, un vacío dejaste,
y en sus ojos, la tristeza sembraste.
Ella fue mía, no porque la gané,
sino porque su dolor, yo lo calmé.
Con cariño y respeto, la traté,
y con amor y paciencia, la amé.
Ella fue mía, porque la valoré,
cada lágrima suya, yo la sequé.
Su sonrisa, con amor, la devolví,
y en su corazón, un nuevo amor encendí.
Ella fue mía, porque la cuidé,
su confianza y amor, yo los gané.
A su lado, siempre me quedé,
y su amor, nunca lo descuidé.
Ella fue mía, porque la descuidaste,
pero yo, su amor, nunca lo malgasté.
En su corazón, un amor nuevo sembré,
y en sus ojos, la felicidad encontré.
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Ella fue mía, porque la abandonaste,
Su amor, su risa, su luz que apagaste.
Yo La hice reír, la hice soñar,
Le di todo lo que tú no supiste dar.
Ella fue mía, en tus brazos olvidada,
En tus palabras vacías, en tu mirada apagada.
La encontré perdida, la encontré herida,
La amé, la cuidé, le devolví la vida.
Ella fue mía, en tus promesas rotas,
en tus silencios, en tus derrotas.
La hice fuerte, la hice valiente,
le di un amor puro, un amor ardiente.
Ella fue mía en las noches de desprecio y soledad,
La enseñé su libertad, a desafiar la adversidad.
Le enseñé a descubrir nuevas jornadas,
A encontrar su luz en las mañanas doradas.
Ella fue mía, y ahora renovada,
Alza su vuelo, con cuerpo y alma liberada.
lejos de tu pasado y a elegir un nuevo menú,
Para que nunca se cruce con alguien como tú.
© Corazón Bardo