Había una vez un río
Un pájaro, una casa
Una estela de nubes
Una mirada humana
Una mañana...
Un instante
Un viento frío levantó
los velos blancos
Se helaron los espacios
en silencio
Todo alrededor detenido
la mirada, el pájaro, el río
Un gélido mago
de la infancia
recorrió de mármol
cada cosa
Una memoria apenas se volvió
la veloz golondrina
Incolora
El sueño de las flores
ahora eterno
en el frío
Y los espíritus de los pájaros