Se alza el telón de la extraña obra
Obra donde no existen rostros
y todos bailan en la penumbra.
La luz recae entre los payasos
que lento dan unos cuantos pasos
y al final se inclinan por aplausos.
Al parecer les falta un actor
Antes de siquiera pensar
yo tenía que ser el escritor
y subir al escenario.
Con máscara y extraña ropa
y a mi lado la dorada arpa.
Un dibujo lunar en el techo
pero aun el payaso insatisfecho
Sacó un papel para el poema,
donde retrataba su alma