Deja que acaricie tu agonía
con aroma de mi pelo perfumado,
mientras vas probando el néctar de mis labios...
¡Peor veneno para tu melancolía!
Deja que el tormento de mi pecho
se apodere de tu más temible invierno,
hasta que el viril aliento de tu fuego
vaporoso se diluya por mi cuerpo.
Con la tinta enfurecida de mi anhelo
dibujar el arrecife de mis versos,
soslayando en el reparo de mis miedos
al intento de encontrar tus sentimientos.
Cuando pongas en mi boca un dulce beso
demostrarte que eres mi preciado sueño
y en el roce de tus dedos por mi pelo
convencerte de que tú eres mi dueño.
🇨🇺