Si algún día
la tristeza te invadiera
Y tu voz
temblare como hojas al viento
Te daré mi voz
Para que grites con fuerza
Le daré calor a tu corazón
Para que no sufra el frío dolor de inviernos ya pasados
encontrarás mi mano abierta
Y extendida
Más nunca serrada
Ni amenazante
Aún
cuando sientas que no la mereces
Seré tu luz y tu guía
En la noche más oscuras
Para que no pierdas la senda ni el camino
Seré lo mejor que pueda ser
Y si en algún momento erro en mi intención
Pondré mi mano sobre tu mano
Para pedirte perdón .