OscarCampos

Una vitrina gris

 

“Erigir un muro y edificios,

colocar cercas de alambre,

cubrir con un manto,

simular la realidad.

 

Son algunas de las sombras,

que el habitante ve pasar por su rostro.

 

Sus ojos ven la luz de una vitrina

a veces es parte de la vitrina sin saberlo.

 

Camina, sus pies aun pisan cenizas.

como un adicto silencioso,

 los pájaros, giran en el crepúsculo

 olvidando su nido,

huelen la pólvora como fuegos artificiales,

sus alas han cambiado,

no recuerdan el viento,

  que se deslizaron sus abuelos.

 

Tienen la velocidad de la irreflexión,

aún hay polvo en las alas,

¿Cuántas gaviotas se desprenderán

de la sal hecha cenizas?”

 

El hombre dibuja mapas,

con frontera invisibles.

 

Hay torres de vidrio,

que encierran el consumo,

al lado sombrío,

de una prisión que nutre.

 

Los lienzos flamean,

cambian de colores,

 las trincheras se transforman,

pero las heridas siguen expuestas

en la piel de los olvidados,

los huesos hablan otro idioma.

 

El mundo gira,

una ruleta más oxidada,

su aroma de ceniza y sangre.

 

Los depredadores no duermen,

cambian de lugar las estrellas,

reescriben las oraciones.