El fuego de este sol
que me aprisiona,
con todo su furor
y en mi persona
vuelca todo su poder
ya en este enero,
el que transito y sin saber
lo que aun espero,
sigo camino, batallando
a un mar de gente
en esta calle que arde
sin horizonte, queman
sus vidas y se derriten
ilusionando sobrevivir,
mientras espero sin razón,
sigo esperando, en este día
y sin pedir piedad al sol
que me castiga, que ya
la noche con su luna
lo despida y así poder
secar sudor de esta alma mía,
bajos su atenta mirada
luna extraviada, vida sin vida.