Ma. Beatriz Vicentelo Cayo

¡Ingrata Vida Ingrata!

¡Ingrata Vida Ingrata!

 

Quería ser el único néctar de tu colmena

ser esa abeja reina saliendo en nupcial vuelo

y que tú desde luego, fueras quien por el cielo

en fecunda aureola ciñeras mi faena

 

¡Hermoso hubiera sido tu sangre por mi vena!

Ensanchando mi vientre, pulsando en el anhelo

la dicha de ser madre, por el ser, que en revuelo

de amante hora me amó…,  sin límite ni pena

 

¡Ingrata vida ingrata!  Hoy que todos se fueron...

quienes a nuestro amor tenaces se opusieron…

Hoy, la vida regala su jugarreta artera

 

¡Nunca, imaginamos el final de esta historia!

Yo acá…,¡Siendo tu abeja reina que aún te espera!

Tú, perdido muy lejos..., enfermo, sin memoria

 

Beatriz Vicentelo