Quisiera mis palabras
te alcanzaran en la hondura,
noche bohemia
ansia que me embriaga,
sombras que dibujan
tu silueta en la espesura.
En un arrullo de mi voz
para tu alma
verter gota a gota
mi esperanza,
a raudales claros
que hacen fértil
todo el valle.
Ópalo de mar
vía láctea derramándose,
sobre mis ojos
el destello de tu aurora,
ámame aquí
blanda
como una nube
que desciende en el rocío
entre las ramas.
Noche fugaz
al fondo de tus ojos,
en un oscuro manto
cubro tu piel blanca
con mis manos,
y tu pelo
como un manantial
se vierte sobre mis brazos.
Mi boca
apenas tocándote,
te miro
tan cerca,
mi pecho
febril
arde en delirio
cabalgando
en tu mirar
hacia el ocaso.