Si me dejas ir,
ten en claro que no sabré volver.
No puedo volver a perderme
por intentar encontrarte.
Ya jugué a encontrar a alguien
y terminé perdiéndome a mí.
No me gusto,
si eso significa quererme.
¿Por qué me hiciste dudar
de lo que realmente valgo para ti?
Tu veneno es letal para todos,
pero para mí,
siempre fue un antídoto.
¿Hasta qué punto
lo seguirás siendo?
Siento que no soy valiente,
porque sé que ahí no es,
y aun así no puedo irme.
Me he convertido en una cobarde
por no dejarte ir.
Tengo esa sensación de ardor;
quiero encenderlo todo en fuego,
quemarme en ti.
No dejes que se enfríe;
no dejes que me muera de frío.