Carlos Eduardo

PoiƩtica

   Martin Heidegger se refiere a ella como «iluminación», utilizando este término en su sentido más amplio. Este autor explica la poiesis como «el florecer de la flor, el salir de una mariposa de su capullo, la caída de una cascada cuando la nieve comienza a derretirse». Mediante las dos últimas analogías Heidegger subraya el momento de éxtasis producido cuando algo se aleja de su posición como una cosa para convertirse en otra.

 

(*) Ver al final el \"antes\" y el \"después\"

 

Hoy recibí una carta de Montreal,

se culpa de sus dudas,

la mezcla de los desaciertos de sus relaciones anteriores,

el valorar el dinero sobre el amor,

los efectos en su familia,

en su trabajo, los amigos, los colegas,

viajes a futuro, sus propias aspiraciones,

me pide perdón por su ceguera,

no había aquilatado las dimensiones

de nuestros sentimientos

y la razón de vivir implicada,

sabe del dolor, del sufrimiento

y de su cobardía.

===

El antes

Un día podré abrazarte,

escucharás mi voz,

desnudaré mi alma,

nos sentaremos por un café,

ese será el momento mágico,

aflorarán lo real, lo desconocido,

los sonidos, los matices,

la fiesta de ser. 

Se desatarán las certezas e incertidumbres,

el azul seguirá o no siendo azul,

paz o guerra o entrega,

oscuridad o claridad o intensidad;

en primavera.

===

El después

En verano, ha tiempo ya,

la esperé largas horas, (*)

me dormí sentado,

estaba cansado,

escuché mi nombre,

desperté,

con sonrisa un poquito falsa

me decían hola,

fue un fracaso,

hablamos desconectados,

sin chispa, 

en vez de dos éramos multitud los parlantes,

mareaba, atormentaba, sin sustancia,

en un instante me atreví:

vuelvo a mi país en el próximo vuelo,

sintió alivio,

volvió a ser la de antes,

nunca más supe de ella.

 

(*) Montreal, Aeropuerto Internacional Pierre Elliott Trudeau