nachosol

Soy memoria de una flor

Soy memoria de una flor

que se consume en la arena

de una clepsamia, vivo con el solo

deseo de amarla, perdidamente,

sin rodeos, de frente ante sus pétalos

y su áureo polen,

forjarme en el anhelo de las abejas,

libar su dorado polen, sentir

su aromático néctar

fluir en mis neuronas,

penetrar en mis poros su perfume sensual.

 

Mi corazón late y mi alma palpita

loco de amor. Mis ojos aturdidos

de tanto mirar a las estrellas

reflejan una mirada dulce y aniñada.

 

Los ojos despiertan de un sueño

acalorado en una noche estrellada

Un fulgor en los labios de una flor,

deseo ardiente de un beso eterno.

 

Brusca es la noche en los cuerpos

soñados en la insomne penumbra

de una vela sin pabilo

 

La oscuridad de la sombra agita el velo,

trepida la brisa, lágrimas dormidas

en el fulgor de las pupilas.