Ed-win

Cada mañana te encuentro

El resplandor rojo del sol entra por mi ventana y me cubre los ojos, por lo que me despierto temprano. Agradezco un día más, Señor. Mi vida ha sido muy difícil durante mucho tiempo y ahora estoy envejeciendo. Veo un poco borroso y no puedo correr como antes. Uso un bastón y he aprendido a aceptar los golpes que trae consigo la vida. Te agradezco mucho que estés a mi lado, ayudándome a superar las tormentas en los momentos más oscuros, consolando mi angustia y soledad. Cuando más te  necesito, me das tu mano para no caer, gracias, Señor, por ser la luz y la riqueza de mi alma.