No me quiero convencer…
que solo eres consecuencia de mi delirio,
que eres fantasía de mis noches de desvarío.
Eres más real que toda la verdad,
estás presente en mi acostumbrada actualidad,
eres aún el motivo que me hace soñar…
y todavía me levanta cada mañana,
mi más repetida oración…
mi suplica constante,
eres mi plegaria diaria.
No me pienso resignar…
a pesar de tu extravío,
no he de renunciar a esa última opción…
si eres mi razón…
a pesar de todo el dolor causado,
a pesar del olvido al que me has confinado.
No puedo desistir de esta pasión,
por qué no depende de una decisión…
sino de un ilusionado corazón…
que ha perdido la cordura,
y persiste que te extraña todavía.
Estoy a punto de enloquecer por tu perfidia,
a un paso de extraviar mi sensatez…
enredada en tu felonía.
¿Cómo puedo hacer para dejarte de querer?...
si al parecer… tu alejamiento atroz…
atrae más mi insensatez…
con una dependencia servil…
que no le obedece a la reflexión…sino a tu indolencia letal.
Un poema más…
intentando interpretar…
este indescifrable sentimiento.